De amor y otros delirios
"No hay mejor desprecio que no dar aprecio"
Ese fue el consejo de mi madre ciuando le pedí consejo. Por aquel entonces, yo contaba con 11 años y no sabía nada de la vida.
Fue una mañana cualquiera, al salir de aquellas tristes clases en las que las monjitas del pueblo nos enseñaban a leer, hacer cuentas y coser para ser unas buenas amas de casa, años antes de que estallara una guerra que ya se encargarían de contar después los libros.
Yo iba camino de mi casa, hablando con mis amigas de todo y nada a la vez cuando, de repente, apareció él de la nada.
Y se me declaró.
Imaginaoslo: yo con 11 años, una niña. Y él con 22, juntando todo el valor del que fue capaz, todo un hombre, diciéndome que me quería. Que me llevaba observando un año. Que, por favor, le dijera que sí.
Después de la sorpresa de aquella declaració, entre las risas malvadas de mis amigas, volví a casa hecha un lío, sin saber qué pensar. Para mí el amor era algo sacado de un libro, de una película de domingo por la tarde. Pero no tenía nada que ver conmigo.
Así que seguí el consejo de mi madre sin dudarlo.

Pero cada día, a la salida del colegio, allí estaba él, con su sombrero entre las temblorosas manos, con el alma en los pies.
Yo lo sabía. Sabía que cada vez que giraba la cabeza en dirección contraria a la suya, que cada palabra que me callaba le dolía en lo más profundo. Pero yo no sabía qué era el amor. No sabría corresponderle. Sólo era una niña.

Y pasó el tiempo y mis 11 años se convirtieron en 16. Y empecé los escarceos con los chicos de mi edad, toda inocencia, mientras iba descubriendo los efectos de las hormonas y los sentimientos.
Y él seguía allí, observándome desde cada esquina. Mientras paseaba con mis amigas, sentía su mirada en mi nuca. Sentía la envidia cada vez que algún chico me daba la mano o me invitaba al cine.
Si alguna vez me cruzaba intevitablemente con él, sólo babuceaba un " te sigo esperando" que a mí me daba igual, que me sonaba a excusa. Se cansaría, como todos los chicos de los que yo me cansaba.

Y el tiempo siguió pasando. Terminó una guerra. Empezó otra.

Y llegó el día de mi mayoría de edad. 21 años. Ahora tendría un poco de libertad vigilada. Ahora tendría el mundo en mis manos
Y esa noche él apareció en mi casa. Con el sombrero entre las manos. 32 años de timidez.
- "¿Quieres casarte conmigo?"

El desprecio no había servido de nada. Allí estaba, con su amor, con ese amor que yo empezaba a descubrir.
Por supuesto, le dije que sí. Y hoy, cuando le pillo mirándome con esos ojos pequeños de sus 84 años, todavía me pregunto si existe otra clase de amor mayor del que siento por él. Y sé cuál es la respuesta.
Y es entonces cuando me acerco por sorpresa y él, venciendo de nuevo su timidez, me besa. Como si fuera la primera vez. Como si tuviera 11 años.

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* Dedicada a Julia, mi vecina, que una tarde de lluvia tuvo a bien contarme su historia.
13 Responses
  1. Anónimo Says:

    Que bonito. Por la historia en sí (quiero un amor de pelicula ya!) y por que sea una historia de tarde de lluvia.
    Hoy tengo ideas perversas bajo la lluvia...


  2. Pedro Says:

    La historia me ha gustado mucho, todo amor.Aunque no he podido evitar ciertos prejuicios y juicios de valor al leerlo(vaya 11 con 22). Pero al final me has convencido, vence el amor.

    Un saludo,

    Pedro.


  3. Carabiru Says:

    Jo, qué bonito niña!!
    No sé qué más decir!! Me has dejado sin palabras.
    Salu2


  4. Pugliesino Says:

    Despues dicen que los médicos tan solo escriben con una letra muy rara sobre el cuerpo humano. Cuando la realidad es que solo nos acordamos de Sta Bárbara cuando truena, y entonces existen. Pero tras esa capa blanca de héroes, que lo son porque salvan vidas, se hallan personas como quien escribe esta maravilla de historia, en donde nos descubre que el corazón es mucho mas que un órgano del cuerpo humano.
    No pude evitar sentir el rechazo al leer lo de los 11 y 22, y con ello continué leyendo hasta que al llegar al final tan solo veía a dos personas profundamente enamoradas cercanas al siglo de existencia.
    Menos mal que la publicaste! Está muy bien narrada. Y me alegro de tu regreso!!! Onde tabas?? Con el fantasma xD que te sigueee!!
    Un abrazo!!


  5. Anónimo Says:

    A mí que un tío se fije o se enamore de una niña de 11 años me huele mal...pederastia más que nada... hombre igual la historia está ubicada en un tiempo pasado, muy pasado... y ya se sabe que antaño las chicas se casaban jóvenes... pero ni aún así me convence!!

    Luego ya con la mayoría de edad sí, el tío to paciente pues su amor era verdadero... pero un poco raro eh!!

    un abrazo!


  6. Anónimo Says:

    Me ha recordado un montón a la canción de Ismael Serrano "Tierna y dulce historia de amor", jejeje
    aunque la historia de la canción no termina como esta de tu vecina, sino todo lo contrario...
    No sé, la historia es muy buena y dado que es real, tal vez la hubiera exprimido un poquito más. No por nada, sino porque me he quedado con ganas de seguir leyendo!
    Un besote!


  7. Livtrase Says:

    Pues si, pues si... al principio los 11 y 22 suena raro pero... la verdad es que me he dejado llevar por la historia de amor desde el principio. Que bonita, niña.

    ;)


  8. angeluxi Says:

    Me ha gustado muchisísimo!!! no sé qué más decir...

    Un besino!!


  9. angeluxi Says:
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.

  10. Laura Luna Says:

    Um... Siento decirte que a mí no me ha gustado tanto. La historia me ha resultado demasiado "peliculera", irreal y algo azucarada. Está bien narrada, con esa sensibilidad que te caracteriza, pero te he leído relatos mucho mejores que éste, llenos de ternura, y mucho más originales.

    Por supuesto, no pretendo hundirte ni ofenderte ni nada por el estilo. Sólo animarte a mejorar, ya que eres de los Cuentacuentos que me suele dejar muy buen sabor de boca, y sé que lo puedes hacer mucho mejor ;)

    GO, MJ, GO!

    Un besote,
    Mun


  11. Klover Says:

    Pues aquí estamos...a mi si me ha gustado...más sabiendo que es real...aunque también estoy de acuerdo con Mun que te leido cosas mejores...pero perdonadas quedas por las prisas ^^ Un besote enorme Doctora!y ánimo con esos 42º!!!


  12. Anónimo Says:

    Por dios Mj es una historia preciosa. Me recuerda a la de unos amigos (Rouge y Yogui) ella tenía 13 años y el 19. Ehm... (un segundo que busco el link)

    http://musicapratodos.blogspot.com/2005/11/algo-cambia-dentro-de-m.html

    Jejeje, pero es que la historia que cuentas... Caray!


  13. Unknown Says:

    Hola Mj, gracias por mandarme la dirección de tu nueva casa.
    Esta historia me ha encantado, es muy tierna. La frase tan sabida de que el amor no tiene edad, en esta historia es bien cierta. Te felicito porque está muy bien narrada.
    Un abrazo